¿Se puede
conseguir cualquier reto? La respuesta es si. . Pero…En primer
lugar hay que tener un reto. No todos, ni siempre, tenemos retos.
Aunque sepamos que es el medio de lograr las cosas, dejamos tiempo y
actividades sin reto. Es como pasear una tarde de domingo sin nada
que hacer. No se está mal, pero sabemos que nos falta algo.
Si no tienes nada
que de verdad quieras hacer o tener, no pasa nada. O no te crees
capaz ¿Estás bien? Pues adelante.
El reto si es, es
tuyo. No hace falta que lo pregones. Hay motivos para no hacerlo.
Háblalo con tu entrenador desde el punto de vista técnico. No hace
falta que tenga sentido, pero debe darle sentido en algún modo a tu
vida: completarte, añadirte valor, superarte… ante ti.
Por resumir esta
idea: es trabajoso buscar retos y nos dan mucho que hacer. Por ello a
veces solo tenemos imágenes, trozos de futuro, presiones
impuestas,...lejos de un verdadero sueño.
Supongamos que
tienes un sueño y que te has comprometido con él. Pasión, empeño,
coraje empiezan a crecerte dentro. De un modo inesperado y
acientífico empezaran a presentarse oportunidades, que como puertas
que se abren, como caminos que aparecen, te permiten avanzar. Sucede
siempre y no le busques explicación. Desde la mente de Einstein a la
sabiduría oriental suscriben la frase: “cuando el alumno está
preparado, aparece el maestro”. No entro en explicaciones, pero “la
cosa funciona”. Si prestas atención las veras. La ceguera ante
estas oportunidades, personas dispuestas ayudar, incluso las que
están dispuestas a destruirte, los materiales, los apoyos, las
ayudas, el tiempo, las lecturas, las ideas, repito si no lo ves
todo esto se demuestra que tu reto no es autentico. Tal vez estás
atento a otras cosas y ojala sea un reto en otra área de tu vida
Volvamos a
centrarnos: pese a todas las oportunidades, y ayudas nadie hará que
suceda y todo depende de ti. Un pasito cada día y mucha intuición.
No se regatea en el trabajo Que haya caminos y puertas no sirve de
nada si tú no los andas, ni las abres. Siente que eres el mejor.
El suelo te quema en carrera. La bici desliza dulce en la carretera.
Tu cuerpo fluye como agua en el agua.
Y cuando todo
parece que va, empiezas a encontrar resistencias. Miedos,
limitaciones, trampas mortales, amigos sabios que te dicen que no
entrenes o que cambies de club, razones inmodificables. Pero la gran
resistencia eres TÚ
En otra entrega:
los pecados capitales del triatlón. Ante ellos las virtudes,
también capitales, necesarias para navegar en las procelosas aguas
de nuestro deporte.
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